Bernard Madoff ya no es aquel inversionista multimillonario que se paseaba por los principales centros financieros del mundo. En la actualidad, está en la ruina y, según publica el sitio CNNMoney, en la prisión donde está alojado cobra tan sólo U$S 40 por sus labores en el economato de la cárcel como encargado del teléfono y del sistema informático. Madoff, de 75 años, se declaró culpable en marzo de 2009 y está cumpliendo una pena de 150 años de cárcel en una prisión federal de Carolina del Norte. Fiscales han estimado su esquema Ponzi en U$S 64.800 millones, reflejando los montos que sus clientes mantendrían en su firma antes de su arresto. El síndico que busca compensaciones para las víctimas de Madoff sufrió un duro revés el jueves, ya que una corte federal rechazó su intento por recuperar casi U$S 30.000 millones de JPMorgan Chase & Co. y de otros bancos a los que acusa de colaborar en el fraude, según consigna la agencia Reuters. "Trabajo pocas horas por día. Por lo general, estoy despierto desde las 4.30 porque no puedo dormir", confesó Madoff a CNNMoney, que debe purgar una condena que expirará en 2139. El inversionista indicó que el fraude cometido arrancó después de la crisis bursátil de 1987, y que fue conocida como Black Money o Lunes Negro. En aquel momento, se registró una masiva huida del mercado de valores de la que nunca pudo recuperarse totalmente.
Bernard Madoff: De rico a mendigo
La historia del inversionista que está tras las rejas.